El mercado de la energía se está enfocando en gran parte en el avance de las tecnologías de baterías de iones de litio, y por una buena razón.
Aunque tenemos a nuestra disposición muchas tecnologías de baterías diferentes, las baterías de iones de litio poseen ventajas enormes sobre otros tipos de baterías comercialmente disponibles en el mercado. Primero, cuando las comparamos con las baterías existentes, las baterías de iones de litio cuentan con una densidad de almacenamiento de energía considerablemente mayor, lo que requiere un menor tamaño, minimizando así el peso y el tamaño de los dispositivos. La naturaleza «sin memoria» de las baterías de iones de litio también las hace más adecuadas para su uso en vehículos híbridos que constantemente requieren cargas y descargas en el tráfico intermitente. Una propiedad de baja autodescarga también hace que la energía eléctrica almacenada en la batería dure más.
Ha habido muchos avances a lo largo de los años que, a simple vista, presentaban oportunidades comerciales viables para reducir costos. Compañías como Leyden Energy y A123 Systems en el pasado aclamaron dichas tecnologías prometedoras, solamente para fracasar con el tiempo debido a restricciones económicas y una incapacidad de producir resultados. Esto ha hecho que muchas empresas dentro de los sectores de almacenamiento de energía y desarrollo de baterías se replanteen por completo sus estrategias, enfocándose en reducir costos y aumentar la eficiencia dentro del sector de las baterías de iones de litio, de eficacia probada, en lugar de enfocarse en tecnologías de baterías totalmente nuevas e innovadoras más allá de las de iones de litio.
Muchos investigadores y profesionales financieros creen que la mejora en la capacidad de energía con factores de cinco o más puede ser posible con el avance de las baterías de litio-aire o litio-azufre, lo cual en última instancia impulsaría nuestra capacidad de confinar energía con un potencial extremadamente alto en un pequeño volumen sin comprometer la seguridad.
Teniendo eso en mente, es importante destacar que existen barreras tecnológicas fundamentales que aún deben ser superadas. La mayoría de los científicos están de acuerdo en que las tecnologías de baterías de litio-aire y litio-azufre no serán viables comercialmente dentro de la próxima década, lo cual entibia las expectativas de la industria y, con frecuencia, mantiene el enfoque de gran parte de la industria en actualizaciones adicionales de la tecnología de baterías de iones de litio.
Varias industrias y mercados están incentivando el avance de la tecnología de baterías de iones de litio. Cuando se trata de almacenamiento de energía, es posible que usted esté familiarizados con estas preguntas comunes: ¿Por qué no podemos usar nuestros iPhones durante varios días sin tener que cargarlos? ¿No sería excelente poder conducir nuestros vehículos eléctricos desde Los Ángeles hasta San Francisco sin tener que quedar varados debido a la poca carga de batería, o tener que consultar un mapa obsoleto para encontrar la estación de carga más cercana? ¿Por qué tienen que pasar más de 20 minutos para que mi vehículo eléctrico se cargue? ¿Podremos comprar vehículos eléctricos que cuesten lo mismo que los vehículos convencionales de tamaño y equipamientos similares, y no requerir frecuentes reemplazos de batería?
Sí, sería bueno simplemente responder a estas preguntas, o ni siquiera tener que hacerlas. Todas las aplicaciones existentes con baterías de iones de litio, incluyendo vehículos eléctricos, productos electrónicos de consumo, herramientas que funcionan con baterías, almacenamiento de energía eléctrica de red a gran escala, etc., se beneficiarán directamente del avance de las tecnologías de baterías de iones de litio. Además, los avances en baterías de iones de litio tienen el potencial de crear un conjunto completamente nuevo de aplicaciones que anteriormente no eran técnicamente factibles, por ejemplo, aviones eléctricos.
Las respuestas a estas y otras preguntas dependen de la capacidad de almacenamiento de la batería y su costo. En otras palabras, el asunto oculto no es la innovación de la producción de energía o de la tecnología del dispositivo/vehículo, sino las capacidades subyacentes de la batería.
